En lo poco que llevamos de año, en EEUU se están comenzando a estrenar adaptaciones de series británicas y que lleva a los aficionados a preguntarse si es por falta de ideas, porque las ven con más posibilidades y deciden rehacerlas, por abaratar costes (cosa que dudo) o cualquier otro motivo.
No he visto la versión UK de Shameless, he leído muy buenas críticas pero me esperé a ver el piloto de la americana, y me ha encantado.
Shameless nos cuenta las penurias de la família Gallagher, que han tenido que sobrellevar la fuga de su madre y las constantes borracheras de su padre, que no aporta nada más que una paga. Aquí viene el punto de inicio de la serie, donde veremos como todos los hijos tienen que cooperar para salir adelante mediante trabajos que salen, la escena en la que hablan de pagar la luz mientras desayunan es una presentación de situación perfecta y muy bien escrita.
En los primeros minutos nos presentan increíblemente rápido y bien, el día a día en la casa, y hace al espectador cómplice de los protagonistas y consigue que sea fácil empatizar.
Vista las promociones parece que la serie es un vehículo para el lucimiento de William H. Macy, actor de renombre y marido de Felicity Huffman (Desperate Housewives), pero a la que realmente luce y descubre es a Emmy Rossum (The Phanton of the Opera, Dragon Ball Evolution), que lleva a sus espaldas la historia y nos conduce hacía todos los secundarios. Tenía mis dudas acerca de Emmy, no ha tenido una carrera destacable y su único trabajo decente ha sido en El Fantasma de la Ópera, pero es increíble lo bien que conduce la serie ella sola y la simpatía que despierta al espectador, no dudo que estará nominada al Emmy y al Golden Globe, porque si la serie funciona es gracias a ella.
Su personaje es la hija mayor y la que ejerce el papel de madre, liberándose de noche en las pistas de baile para desahogarse. No sobreactua y no intenta aparentar ser víctima de su vida, sino que lleva todo lo mejor que puede con sus comprensibles bajones, pero facilitando todo a sus hermanos y manteniendo el orden.
Justin Chatwin (el horrible Gokuh de Dragon Ball Evolution, y el odiado hijo de Tom Cruise en The War of the Worlds) despierta mucha química con Rossum, y me ha sorprendido gratamente verlo en plan cómico, al verlo aparecer me temía lo peor, pero esta muy bien en su puesto.
Si la protagonista esta a la altura, los secundarios no se quedan atrás. Ninguno de ellos está de más, siendo todos grandes aportaciones que aportan sobretodo comedia, y tocando todos los géneros (gay, bebé negro, hija pequeña lista, vecinos graciosos que se pasan el día en la casa etc...), el tema gay y las escenas de sexo están muy bien tocadas, sin cortarse pero sin pasarse ni llegar a la mofa o mal gusto.
El duo de hermanos es muy bueno y promete grandes momentos.
La historia es dura, cuando aparece el padre te das cuenta de la realidad, de como por mucho que se intente verlo todo de forma positiva, cuesta seguir adelante, y desgraciadamente, no es muy distante de la realidad que vivimos hoy en día. La escena que más se me ha quedado grabada dos días después de ver el episodio, es cuando Fiona (Emmy Rossum) tiene que sacar dinero de su padre que duerme en el suelo, para que su hermano pueda pagarse una salida, rápida, bien hecha sin caer en el drama, pero que habla por si sola y nos describe perfectamente a personajes y situación.
El piloto son 60 minutos con un ritmo muy bueno y estudiado, en ningún momento se hacen pesados y bien podrían haber pasado por película televisiva. No tiene pinta de extenderse mucho, aunque en la británica son 7 temporadas, no veo por donde puede tirar la historia, pero como comienzo es muy prometedor.
En España se puede ver por Canal + subtitulada tres días después que en EEUU, y creedme que dará que hablar en las próximas entregas de premios.
Showtime no deja de sorprenderme, en verano fue The Big C, y este otoño Episodes y Shameless (sin olvidarnos de Dexter). Si fuera americano no dudaría en pagar el canal, porque sabe como gastarse el dinero de sus abonados.
NOTA: 8'5/10
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