domingo, 23 de enero de 2011

CRÍTICA MORNING GLORY


Tras un 2010 con muy pocas comedias brillantes empezamos un 2011 bastante fuerte y si ya nos sorprendió gratamente hace unos dias Amor y otras drogas, por no ser una comedia al uso... Morning Glory ha conseguido exactamente lo mismo. De nuevo los trailers no consiguen hacer justicia a una comedia que consigue arrancarnos constantes carcajadas principalmente por su hilarante guión y por la interpretación de los actores, que encajan a la perfección en sus respectivos personajes.

Morning Glory narra la historia de Becky Fuller (Rachel McAdams), una aspirante a productora  que tras ser despedida de su cómodo trabajo, es contratada como productora ejecutiva para "reavivar" un magazine matutino en sus horas más bajas y al borde de la desaparición. Su cometido será por lo tanto encontrar la fórmula del éxito que lleve el magazine a una nueva época dorada. Para ello, decide contratar a un legendario periodista del cual es absoluta admiradora desde su infancia para ejercer el papel de copresentador del programa, todo un reto ya que este desagradable y altivo periodista interpretado en este caso por Harrison Ford, reniega de tal formato televisivo y emprenderá una encarnizada lucha contra el mismo, y más concretamente contra la presentadora del programa, una Diane Keaton que tampoco duda en comenzar una particular guerra contra su nuevo compañero, (desternillante el momento de la Keaton rapeando junto a 50 Cent, siendo atacada por una mofeta rabiosa, o besando en directo a un sapo...)


Sorprende especialmente ver a Harrison Ford en el papel del presentador rancio y borde, reconociéndose a si mismo como toda una estrella del periodismo y coaccionado para presentar un programa que odia. De hecho su lucha en directo con Diane Keaton es uno de los momentos mas divertidos de la película. Quien haya visto la magnífica serie de Tina Fey y Alec Baldwin, 30 Rock, será capaz de encontrar muchas similitudes con el film.

El resto de actores cumplen a la perfección, Rachel McAdams (El diario de Noa, Sherlock Holmes) en el papel de una neurótica y estresada productora ejecutiva sin vida social, Patrick Wilson (Watchmen, Hard Candy) el innecesario ligue de Becky y sobre todo Matt Maloy (Hitch, Exposados) el reportero del show que pasará por todo tipo de situaciones extravagantes para captar audiencia.

Quizá el mayor fallo de Morning Glory, sea la introducción de la típica subtrama romántica que sin duda alguna rompe por completo el ritmo cómico de la película y da cierta sensación de bajón. Pese a ello, los momentos empalagosos son muy pocos, cortos y no tan desagradablemente azucarados como en la fallida y olvidable 27 vestidos, otra de las películas de la guionista. En este caso Aline Bosh McKenna vuelve con un guión que recuerda mas a la ironía y el mordaz humor de El diablo viste de prada, algo que, sumado a una mayor presencia de momentos cómicos, se agradece profundamente por no tratarse de una nueva comedia romántica anodina y pesada.

Dicho queda pues que estamos ante una genial apuesta cómica como hacía tiempo no encontrábamos una en cartelera,fresca, ligera, divertida, entretenida y bien interpretada, toda una sorpresa.

NOTA: 8

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