No solo de cine, música y series se habla en la cafetería y hoy nos gustaría dedicarle un pequeño rincón al fantástico artista gráfico japonés Yoshitaka Amano.
Nacido el 28 de julio de 1952, rondando ya los sesenta años, Yoshitaka amano es conocido principalmente por sus obras relativas a los diseños de la conocida saga de videojuegos Final Fantasy, además de sus impresionantes ilustraciones para la serie animada Vampire Hunter y Sandman, pese a su reconocimiento principal por estas obras, el trabajo de Amano es extenso y comprende diversas colecciones y etapas artísticas ajenas a su trabajo mas "comercial".
Quien no conozca el arte de Yoshitaka Amano, verá en él una mezcla deliciosa de la tradición acuarelista japonesa de trazos e intención impresionista así como una transgresión impactante en el ámbito cromático muy en la línea de los fauvistas. Amano emplea el color como un elemento de provocación y su uso imprime en su obra un estilo absolutamente inconfundible donde a menudo podremos ver grandes masas pictóricas de súbitos rojos y verdes enfrentados entre sí en estampados y cenefas que bien podrían recordar a Klimt (salvando las distancias en lo que a cromatismo se refiere).
A menudo estas concentraciones de color impactantes, dejan respirar la obra dando paso a grandes espacios de vacío, que nivela la carga informativa del color dando así también una irresistible asimetría que potencia indudablemente el resultado final.
El trazo de su obra es sinuoso y libre. A menudo la pincelada nos permite ver un recorrido que mengua y crece de forma exquisita en aguadas de acuarela o abruptas manchas de acrílico. Amano no utiliza la linea recta, su visión de la realidad no contiene líneas rectas y del mismo modo su obra solo permite la curva y las formas y cuerpos redondeados en los que la expresión prima sobre el realismo.
Los cuerpos son definidos siempre mediante un contorno de línea dibujada y pese a la maestría de amano para la proporción, demostrada en sus primeras obras mas académicas, en la mayoría de sus obras el dibujo y la pintura no se ciñen a estas reglas y convencionalismos, de hecho tratan de huir de las ataduras de formas correctas y proporcionadas para así dar rienda suelta a la expresión mas pura y primitiva de la línea y color en si mismos.
Los personajes que Amano recrea siempre poseen un halo de melancolía y tristeza, sus obras evocan soledad, seducción y misterio e incitan a dejar volar la imaginación en busca de la historia tras la imagen. Siente especial predilección por personajes de carácter fantástico, mágico e incluso mitológico, tratando siempre de provocar al espectador para que éste complete su obra imaginando su fondo temático y la relación entre los personajes.
En los paisajes, Amano prefiere la recreación de mundos oníricos e imaginarios, ciudades flotantes, poblados en mitad del cielo o grandes urbes industrializadas. La combinación de estos fantásticos fondos y paisajes junto a personajes colmados de melancolía, magia y misterio, confieren sus obras de un toque teatral propio de las mejores óperas.
Así pues, Yoshitaka Amano es un artista de sensaciones, de deliciosos y magnéticos personajes, de imposibles y mágicos paisajes y en definitiva uno de los mejores artistas de la ilustración y pintura japonesa actual.
Desde la cafetería estaremos expectantes de nuevas obras que nos transporten a esos mundos que solo un genio como él es capaz de crear.
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