miércoles, 16 de febrero de 2011

CRÍTICA TRUE GRIT






Los Cohen son y han sido siempre garantía de calidad (eh... mejor casi siempre, no nos olvidemos de la insípida Crueldad intolerable) y de nuevo nos brindan una de esas películas que emanan ese aroma a cine clásico que tan bien está oler de vez en cuando en el cine. 
Lo cierto es que hemos comenzado un 2011 cargado de películas interesantes, algo a lo que no solemos estar tampoco acostumbrados, esperemos que sea un buen año para el cine porque, por lo pronto lo está siendo y no parece que vaya a cambiar esta próxima semana con Cisne negro, otra de las favoritas por la crítica. 


Valor de Ley, nominada muy justamente a 10 oscars narra la historia de Mattie Ross (Hailee Steinfield), una joven de 14 años que llega a un poblado de Arkansas llamado Fort Smith con intención de recuperar los restos mortales de su padre, asesinado a manos de Tom Chaney (Josh Brolin) , un buscado criminal. La joven Mattie no se conforma con recuperar los efectos personales de su padre y tratará de vengar su muerte contratando a Rooster Cogbourn (Jeff Bridges), un jefe de policía entregado a la bebida que persuadido por Mattie y su jugosa recompensa, accederá a dar caza a Chaney, quien de hecho, es también objetivo de LaBoeuf (Matt Damon) un ranger de Texas algo pedante. 
El trío protagonista partirá así en busca y captura del criminal, atravesando multitud de problemas que les llevarán ya sea juntos o por separado, a experimentar ciertos cambios a nivel personal que sin duda les dejarán huella de por vida. 

La película en cuestión tiene un ritmo absolutamente brillante. Durante cerca de 2 horas los Cohen consiguen dar a la historia la intensidad y valores necesarios para que el viaje de los protagonistas logre crear un constante interés por parte del espectador. Hay momentos para reir, momentos dramáticos asi como momentos de tensión y acción, todo ello perfecta e inteligentemente cohesionado para crear una montaña rusa de sensaciones con un marco histórico recreado con todo lujo de detalles y fantásticamente real. 
La fotografía es uno de los puntos fuertes del film y logra dotar la cinta de ese halo magnético de western clásico por medio de unas tonalidades cálidas y unos planos artísticamente impecables, teniendo en cuenta que nos encontramos ante un remake de una película de 1969, podemos decir sin temor a equivocarnos que la versión, mejora a la original en todos sus ámbitos, algo a lo que no solemos estar muy acostumbrados. 

El guión sin lugar a dudas es otro de los mejores puntos del film, la construcción de los personajes es exquisita y las líneas de diálogo tienen momentos brillantes, en especial Mattie y Cogburn. 
Mattie es una obstinada joven irónica inteligente y sorprendentemente avispada que en mas de una ocasión nos arrancará una risa por medio de sus fantásticas ocurrencias (atención a la escena en la que Mattie regatea el precio de los Ponys de su difunto padre) Cogburn por su parte tiene algunos momentos absolutamente épicos de héroe cinematográfico que son dignos de aplauso (genial la "batalla" de tiro al blanco con la botella de cristal o el tramo final de la película absolutamente impresionante...) Laboeuf por su parte resulta cargante y pesado en ocasiones, pero también tiene algunos diálogos bastante cuidados y cargados de ironía e inteligencia.

Las interpretaciones son finalmente la guinda del pastel. Hailee Steinfield realiza a la perfección el papel de Mattie, de hecho servidor no conocía a la actriz en cuestión y sin duda fue una absoluta y grata sorpresa que me dejó en varias ocasiones con la boca abierta, no en vano está merecidamente nominada al oscar por su excelente trabajo.  
¿Que podemos decir de Bridges que no se haya dicho ya?, Bridges es una apuesta segura, calidad interpretativa, carisma y credibilidad. Bridges es Cogburn y realiza la que es desde ya, una de sus mejores interpretaciones. Duro, agrio, mordaz y a la vez sensible, clava a la perfección el papel del héroe. BRAVO. 
Matt Damon está también fantástico, sin embargo la sombra de Bridges es alargada y pese a su genial interpretación queda ciertamente ensombrecido. No hay nominación para tí Matt.
El resto de secundarios son igualmente geniales, incluyendo sin duda a Brolin, que pese a tener poco peso en el film, resulta tremendamente creible en el papel de criminal descuidado y de pocas luces. 

Valor de ley es una de esas películas que te hacen salir del cine con tremenda satisfacción. Su recta final es de infarto y resulta redonda de principio a fin, ninguna objeción y ningún punto oscuro que mencionar. 
Los Cohen nos recuerdan lo que es el buen cine y consiguen con Valor de Ley, recuperar nuestra fe en el remake... poniendo de manifiesto cual debió siempre de ser su intención. Un mecanismo para potenciar películas y mas concretamente HISTORIAS que a ojos del buen director tienen mas que ofrecer de lo que en su día ofrecieron. 

NOTA: 9/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Traductor