EN EL RODAJE DE RED LIGHTS!!

Se que no es propio que se pongan situaciones personales en el blog, pero esta vivencia es digna de mencionar. 

Para ganar algo de dinero, suelo participar de figurante o actor extra en anuncios, y me llamaron para una película en la que necesitaban personas con apariencia americana. El rodaje era en el Teatre Musical de Barcelona los días 21, 22 y 23 de febrero de 7 a 19 horas.

Me enteré de que la película estaba protagonizada por Sigourney Weaver (mítica Ripley de la saga de Alien), Cillian Murphy (Batman Begins, Inception) y el gran Robert de Niro (El Padrino, Taxi Driver), pero no me dijeron si estarían o no los actores.

Llegué muy temprano al teatro donde se rodaba pensando en que tendría que aguantar interminables horas con dobles de los actores, y haciendo bulto para que después lo duplicaran por ordenador, pero por suerte, estaba del todo equivocado. Nada más terminar de desayunar, me sentaron en la fila de delante en la que podía ver de cerca o que rodaría el equipo que estaba preparando el montaje para comenzar a filmar, y que estaban terminando las pruebas de iluminación con un doble de De Niro, y se apreciaba que era su doble por el traje negro típico de él, y un corte de pelo muy similar.

Mirando el reloj con ganas de irme y rezando para que no fuera un suplicio de rodaje, me di cuenta de que el director estaba allí, Rodrigo Cortés, un profesional al que hay que alabar por la maestría con la que llevó el difícil guión  de Buried, que nadie se había atrevido a realizar, y que él convirtió en una de las películas más comentadas del 2010, consiguiendo que público y crítica respondieran favorablemente.

El hecho de verle dar las indicaciones, de escuchar la jerga cinematográfica, de verlo decidir que planos utilizaría, la sonrisa con la que se expresaba a sus compañeros, a los que no trataba como simples operarios, sino compañeros, que al fin y al cabo es lo que son, me produjo una satisfacción y una felicidad que me es difícil de explicar y solo pedía no salir de ahí. Con los nervios a flor de piel el impacto creció al ver a Robert de Niro entrar en el teatro, rodeado de un escuadrón que lo rodeaba constantemente, intentó que el público se llevara una buena impresión de él saludando y haciendo bromas tras los cortes de Cortés. Es increíble ver la figura de un hombre que te ha acompañado durante tu vida a través de la pantalla con clásicos, un rostro familiar que ni pensabas  en que es un hombre común. Impone su voz, sus gestos son firmes y seguros, dados después de años de carrera y cuesta pensar en que esta actuando, se lo pasa en grande y disfruta con lo que hace, es como salir a jugar para él por lo que parecía, eso sí, no estuvo más tiempo del necesario, todas las esperas las hacía en su camerino, apartado de todo y encerrado en su mundo.

 Todos a mi alrededor no dejaban de alucinar con lo que estaban viviendo, tenerlo a escasos metros es algo que muchos cinéfilos desearían poder vivir, yo tenía la piel de gallina, y cada grito que él daba me dejaba parado y sin poder reaccionar. No dejaba de pensar en Sigourney Weaver, lo que deseaba que se presentara y tener a los dos en ese escenario. Pero en su lugar vino alguien que había olvidado que es el protagonista del film y que llevo siguiendo desde que lo vi por primera vez en Batman Begins, donde me impactó su gran interpretación. Hablo de Cillian Murphy.

Se que sonará fuerte, y que muchos pensarán que no tengo ni idea de cine, pero he de afirmar que Murphy se comió a De Niro en cuanto a interpretación. Nadie conocía al actor irlandés, en cambio yo no dejaba de alucinar por la situación, una leyenda y uno de mis actores preferidos juntos delante de mí y encima cobraría por estar ahí, podía pedir más?

La señora de mi lado alucinaba por mi reacción, tuve que hacer entender a los de mi alrededor que el que acaba de entrar era una actor muy grande, que dará mucho que hablar, y que me moría por escucharlo en persona, y creedme cuando digo que es alucinante. 

Murphy tenía una escena complicada, entraba malherido y gritando al personaje de De Niro, reprochándole actos (es una escena del final de a película, no daré detalles de la trama), y ese paseo por el pasillo entre las butacas lo tuvo que repetir dos días, mojado y con mucho frío para ser un interior. En ninguna de las eternas repeticiones vi decaer al actor, dio el 100% en todas ellas, el director más de una vez lo alabó y el público presente comenzaba a tener curiosidad en descubrir su filmografía. Mientras De Niro se relajaba a medida que pasaba el tiempo, Cillian parecía no tener fin y no le escuche una queja ni puso mala cara, sino que al decir corten, ya estaba preparado para volver a primera y repetir exactamente de la misma manera, los diálogos y movimientos del guión. Muchos piensan que actuar es un trabajo fácil, y si hubiera podido grabar y poner el video a tiempo real, alucinaríais con la energía que tiene. 

No todo el rodaje fue con los actores, sino que también fueron de efectos especiales mediante iluminación y que simulaba un terremoto. Parece muy divertido pero estar tres días escuchando TERREMOTO!! y simular que todo se mueve cansa y mucho, pero como he dicho, no me hubiera importado continuar repitiendo, me fijé en cada detalle, en como dirigía Cortés al público, lleno de personas que relentizaban por haberse reído mientras grababan, y aún así, el director fue siempre correcto y amable, dando ánimos en momentos de cansancio y bajón.

Intenté conseguir autógrafos en películas de los tres protagonistas, pero me fue imposible por los guardias de seguridad, lástima.

Ya echo de menos el rodaje, y aunque siempre he tenido claro que el cine es mi mundo, esta experiencia ha sido una gran lección, y mi determinación de que quiero vivir en él.