AMC (Mad Men y The Walking Dead) estrenó anoche después de una gran campaña de promoción su nueva serie que aspira a continuar el buen recorrido de la cadena con sus productos estrella, y que de momento ha convencido a la crítica y al público.
La serie trata sobre el asesinato de Rosie Larsen, una especie de Laura Palmer. Y es que la serie es un fiel reflejo de la obra de David Lynch, con una fotografía parecida y un caso a resolver que se irá complicando a medida que avance el tiempo involucrando a todo los personajes y dando dosis de información al espectador, hasta que pueda llegar a saber el 100% de los hechos.
La temática puede también ser vista como una película televisiva del sábado por la tarde, porque no aporta nada que no hayamos visto una y otra vez, con clichés (novio macarra con niña buena, doble vida de la hija perfecta a espaldas de sus padres, padre protector, detective protagonista que es muy superior a los que le rodean y secundarios que van guiando al detective, político corrupto y de desconocido pasado).
Me esperaba un producto que comenzara de forma muy usual y concluyera sorprendiéndome por haber llevado algo muy visto por nuevos caminos poco tratados y que engancharan, pero en la premiere no ha sido así. Aunque enganchar lo hace si te metes en el caso y te interesa ver como se resuelve, le falta mucha identidad propia y se salva gracias a las correctas actuaciones de los actores.
Si The Walking Dead y Mad Men tienen un excelente trabajo fotográfico y una buena producción, que en este caso todo es bastante precario, que si bien esa es la idea del lugar donde se desarrollan los hechos, un poco de elaboración le hubiera dado más identidad al producto, que si pasara por una cadena general sin mucho renombre internacional, pasaría completamente desapercibida.
El escrito esta bien llevado, no se me ha hecho pesada en exceso aunque tampoco me haya mantenido en tensión. Presenta correctamente situación y personajes sin dejarlos muy planos y estereotipados, aunque los perfiles sean muy clásicos.
La protagonista es muy poco carismática, de hecho parece que ni siente ni padece en algunas ocasiones y no sabría decir si es por la actriz principal o por el guión. Seguramente sean los padres de la víctima los que acojan el interés del espectador y sea con ellos que acompañen la historia, porque no hay ningún otro personaje destacable.
La cadena quiere que juguemos al Cluedo con ella y nos ha establecido las normas para comenzar la partida, una normas que no son muy firmes para evitar que os durmamos a media partida, y que seguramente arranquen en próximos episodios. Recurren a momentos muy melodramáticos y simples para intentar emocionarnos, pero conmigo al menos poco han logrado.
La parte política me ha sobrado completamente, la he visto metida con calzador y ya se verá la importancia, pero ha sido lo más irreal y estereotipado de todo.
No daré mi juicio completo hasta avanzar un poco las tramas porque se puede dar que me encariñe con la protagonista posteriormente, eso mismo me pasó con Olivia Dunham (Fringe) y ahora es una de mis preferidas.
Os la recomiendo si queréis ver una serie más normal, corta (son 12 episodios de casi una hora) y con un misterio único a resolver. Con los dos primeros tendrás momentos emotivos pero sin llegar a encariñarte mucho, se pasa mal porque es un tema cercano y nos ponemos en la situación de la familia personificándola en nosotros, y ahí radica su facilidad a la hora de emocionar.
NOTA: 6/10
Como ya te comente hace unos días descubrí tu blog y estoy leyendo todas tus entradas. Otra serie que me has descubierto. Ya he visto el primer episodio y tengo que decirte que muchísimas gracias por el hallazgo. Me encanta la serie.
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