CRÍTICA THE VOICE

American Idol ya puede decir que tiene un rival en EEUU. Después de 10 años con el monopolio de los talent shows musicales, llega The Voice, con una buena audiencia y con oportunidad de permanecer varias temporadas en antena.

The Voice vendía la idea de hacer castings sin ver físicamente al concursante, tan solo escuchándolo, y además sin jurado. Los 4 famosos que evalúan al participante, son entrenadores, han de escoger 8 cada uno (por lo que habrán 32 concursantes), ayudándoles a que sean el escogido por el público, y coronado como la voz.

La idea es una mezcla entre X Factor (el hecho de entrenadores como jueces) y American Idol, pero incorporando las llamativas sillas giratorias, que dan mucho más protagonismo a los famosos, y además, nos dan la impagable imagen de ver como éstos suplican al concursante que les escoja.

Cuando el concursante canta, solamente mientras canta, ha de convencer al jurado y hacer que gire la silla para que lo vea, lo que también querrá decir que lo quiere en su equipo. Si se giran varios entrenadores, es el concursante el que escoge quien lo ayudará.

Esta parte es la que más me ha gustado del concurso, ver las puyas entre los entrenadores para conseguir a sus preferidos, da además de mucha fluidez y entretenimiento, un punto distinto al programa (en X Factor escogen por grupos, uno tiene a los solistas menores, otro a los mayores y otro a grupos, los concursantes no tienen elección). La química entre los famosos es innegable y están muy bien introducidos, exceptuando a Blake Shelton, que parece no muy cómodo con su papel en el programa, y solamente hace caso a aquellos que hacen country, pasando olímpicamente de los demás concursantes.

Aguilera esta en su salsa, deja un poco de lado su actitud de diva que suele tomar (y que le ha hecho ganarse muchas enemistades entre el público), y es la que habla de forma más técnica junto a Cee Lo Green, demostrando que aunque tenga imagen de muñeca ingenua, sabe de música. Creo que el programa le vendrá bien para un lavado de imagen al igual que le ha servido a J Lo, y reconciliará a Christina con el gran público.

Cee Lo Green me tiene un poco dividido. Hay momentos que bromea con apretar el botón y parece más interesado en hacer gracia que en el concursante, sin pensar que el futuro de una persona esta en juego de su elección. Aunque en otras ocasiones, cuando realmente le interesa que el concursante lo escoja, sabe muy bien que decir para persuadirle.

Adam Levine, el líder de Maroon 5, no entiendo el motivo, pero está como aislado del resto, pocos concursantes se lo toman enserio, y no parece tener mucho reconocimiento. Los 3 compañeros dan la impresión de estar por encima de él.

Cee Lo Green, Aguilera y Adam son el acierto de los directores, estilos muy diferentes, y muy reconocidos a nivel internacional, pero la elección de Blake es la que menos entiendo, no da juego, y no parece estar muy por la labor que se le asigna, tarda en interactuar con sus compañeros.

El otro fallo del concurso es el casting, me quedo con el de American Idol sin duda, la mayoría se venden mediante la pena, y hay algunas elecciones que parecen emocionar a los entrenadores, pero que a mí no me parecen nada del otro mundo. Habrá que ver las demás elecciones (cada uno acaba con 3 de 8 en el primer programa), pero de momento veo rarezas y deprimentes (niño sin madre, chica que se cree muy mayor...).

El primer programa se presenta muy bien, el jurado se gana al público y la mecánica es rápida y eficaz, por lo que no se hace pesada en ningún momento. Además, con el avance de lo próximo, vemos una especie de lucha musical en un ring de boxeo que promete mucho.

Habrá que ver como prospera, pero de momento, es un digno rival de American Idol, con peor casting, pero más original que Idol y X Factor.

NOTA: 7'5/10