lunes, 8 de agosto de 2011

CRÍTICA CAPTAIN AMERICA: THE FIRST AVENGER

El Capitán Marvel ha sufrido la obsesión de Marvel por agrandar un grupo de superhéroes que tendrán cada uno una película para que el público conozca sus caras y poderes. Y dónde esta el problema? En que les resta de toda personalidad, y tal y como pasó en Iron Man II y Thor, el proyecto de The Avengers perjudica seriamente a la película.

Pero comencemos por saber un poco sobre la temática del film. 

Estamos en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando un soldado enclenque, Steve Rogers, que apenas supera los 45 kilos, se empeña en ser parte del ejército de USA para luchar. A pesar de que su forma física le dificulta resaltar ante sus compañeros, es escogido para un programa experimental que busca  formar al soldado perfecto, consiguiendo un forma gran física y capacidades fuera de lo normal.
Steve Rogers (Chris Evans) se convierte en Capitán América y luchara contra la organización Hydra, división científica al servicio de Hitler encabezada por Cráneo Rojo, que aspira a desbancar a su líder y gobernar el mundo.

La presentación del personaje y de la situación están muy bien introducidas y narradas, consiguiendo mostrar en poco tiempo su personalidad y sus  y motivaciones. El camino de Steve Rogers a Capitán América se toma su tiempo requerido y se deja de artefactos que puedan distraer al espectador. La introducción de secundarios se lleva de forma lógica sin que ninguno quede fuera de lugar, en especial el genial Stanley Tucci, el doctor Abraham Erskine, y Toby Jones como el científico de Johann Schmidt (Cráneo Rojo).

Hugo Weaving vuelve a clavar el papel de villano como ya lo hiciera en la saga Matrix.

Haley Atwell, la chica de la película, no ejerce el papel de mujer florero y es un personaje lleno de personalidad y gran partenaire para el protagonista, pero que por error de guión nunca termina de despegar quedándose relegada a un segundo plano por culpa de la interrupción al final del metraje.

Tommy Lee Jones hace un papel al que esta muy acostumbrado y eso produce que no nos consiga sorprender mucho, aunque continúe trabajando bien.

Una vez dada la presentación llega la transformación y con ella toda la acción. Muy bien elaborada y desarrollada, con buenas persecuciones, luchas y escenas bélicas bien montadas. Todos los tópicos del género bélico se suceden en este tramo ( planes para recatar a prisioneros, asalto a un tren etc...) donde el villano siempre consigue escapar, y ahí esta uno de los problemas, Marvel tiene tan claro que quiere secuela y spin off, que Cráneo Rojo no se llega a enfrentar a Capitán América, huyendo de él cada vez que se encuentran y dejándonos con las ganas de una gran batalla que por desgracia no se da, guardándolos para futuras producciones.

Chris Evans cumple a la perfección con el personaje, pero éste no le pide mucho esfuerzo en lo que a actuación se refiere, quedando algo plano frente a los secundarios. 

Algo que no sucede antes de la transformación, donde el personaje con la cara de Evans solapada,  si que esta bien llevado.

Tras una sucesión de intervenciones del héroe, y pequeños momentos de lucimiento para sus compañeros, el momento cumbre del enfrentamiento final se ve torpemente interrumpido con un patético momento con el que conecta al héroe con la producción de The Avengers, quitándonos la oportunidad de disfrutar de un digno broche final a lo que hasta ese momento estaba pareciendo una buena película, dejándola en correcta.

Una pena porque la fotografía y recreación de la época están muy bien conseguidas, y de no ser por ese error, la entrada del famoso superhéroe habría sido grandiosa, y no se hubiera quedado en un producto carente de carácter y uno más del género.

Suponemos que la culpa no la ha tenido ni el director, que cumple de sobras su cometido con un buen trabajo, planos conseguidos y bien montados, y una acción con un ritmo que facilita el seguimiento, ni el guionista, que no cae en el humor absurdo en el que se resbalaba Green Lantern. Todo sería un encargo de la productora, por lo que la culpable es Marvel.

La sorpresa se sucede con el 3D, por fin un 3D bien empleado y apreciable en la mayor parte del metraje, consiguiendo un efecto de profundidad envidiable que no han tenido la gran mayoría de producciones lanzadas en el formato. A pesar de no haberse rodado en el formato tridimensional, la conversión ha sido perfecta y consigue un efecto que el espectador agradecerá.

Esperemos que The Avengers valga la pena, y Marvel se quede satisfecha para que nos obsequie con secuelas que no giren en torno al famoso grupo de héroes, y comiencen a encontrar su propio estilo y camino, algo que de momento no ha pasado en sus últimos proyectos.


NOTA 7/10

Si os habéis ido antes de que terminaran los créditos, aquí os facilitamos el vídeo que os habéis perdido por ignorancia o impaciencia.

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