jueves, 15 de septiembre de 2011

CRÍTICA THE SECRET CIRCLE PREMIERE

The CW abre su nueva temporada con una ficción adolescente, muy propia del canal, que se estrena esta misma noche (el episodio piloto se ha filtrado, es por eso que podemos escribir sobre él). El canal, con problemas de audiencia, con muy pocos productos que le de satisfacciones (The Vampire Diaries, Supernatural) y después de despedir a su serie estrella durante 10 temporadas (Smallville), retrocede a los productos de éxito de anteriores temporadas para sobrevivir en la actual y tener un futuro.  

The Secret Circle, es una saga de libros al estilo Twilight, y The Vampire Diaries, pero cambiando vampiros por brujos (no como los de Harry Potter), recordando demasiado a clásicos de la misma cadena como Charmed (Embrujadas), y las típicas historias de instituto, que ya vemos en productos como 90210, también del mismo canal. 

El único producto arriesgado y que se sale de la línea general de The CW, es Ringer (de la que hablaremos mañana), lo demás son todo producciones adolescentes, cortadas por el mismo patrón, dejando claro el target al que quieren dirigirse.


The Secret Circle comienza con Cassie superando el asesinato de su madre, que parece un accidente y la obliga a mudarse al pequeño pueblo de Chance Harbor, Whasington. Una vez llega, comienza a sospechar que los extraños accidentes que va teniendo no son lógicos, y a ser perseguida por sus compañeros de instituto, que buscan aproximarse a ella.

Es entonces, cuando Cassie comienza a descubrir la vida de su madre, los secretos que le guardó durante toda su vida, y lo más importante, que es en realidad ella, y la verdad de lo habitantes del pueblo.

En el piloto se comienza a hilar una historia de traiciones, que van desde siglos atrás, y en las que se ven envueltos tantos los jóvenes protagonistas como sus padres, teniendo todos su participación.  

Si la serie hubiera estado bien llevada, estaríamos diciendo que prometería mucho y engancharía, pero el guión peca de una simpleza abismal, yendo directamente a explicarnos que todos son brujos, con una protagonista usual de este tipo de producciones, queriendo buscar la tensión desde el primer momento, pero con situaciones vistas mil veces. 

La introducción del asesinato esta bien pensada, nos dan muestra del peligro al que tendrá que hacer frente Cassie, pero a medida que avanza, comprobamos que asistiremos a una sucesión de chicos con buen físico buscando agitar hormonas y chicas de catálogo de Bershka. Además, se da por hecho de que habrán enredos amorosos, comenzando con una pareja imposible con el chico que se interesa por Cassie, que a la vez tiene como novia a la que pretende ser su nueva amiga.

Los efectos son correctos, siendo los clásicos de control de elementos y rayos salidos de las manos.

Los actores no tiene una difícil tarea ya que no se espera mucho de ellos en una producción como ésta. La protagonista, Brittanny Robertson, que ya protagonizó Life Unexpected (también de The CW), cumple bien su cometido, y en  los secundarios poco hay para destacar, quizá la presencia de Gale Harold (Queer as Folk), y la interpretación de Phoebe Tonkin (H2O), que aunque sobreactúe en algún momento, es la que llama más la atención del conjunto.

El hecho de tener un target tan reducido, quita muchas posibilidades a la serie, pero esta pensada para el público adolescente, y no lo disimula en absoluto, con una puesta en escena que recuerda demasiado a Charmed, con un guión correcto y demasiado directo, y una plantilla de actores que intentarán ser los nuevos ídolos juveniles, como lo son los de The Vampire Diaries.

Si eres del público al que van dirigido, te gustará, y sino, no la visiones con grandes expectativas.


NOTA: 5/10



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