Me negaba rotundamente a ver True Blood (Sangre Fresca en español), estaba harto de escuchar maravillas de la saga Twilight (Crepúsculo) porque no las veía mientras estaba en el cine, y porque estaba harto de vampiros, pero un fiel amigo no dejó de recomendarme la serie y encima asomaba el nombre de Alan Ball, creador de mi drama preferido Six Feet Under (A dos metros bajo tierra), accedí finalmente.
True Blood nos presenta el pequeño pueblo de Bon Temps (el catalán ha llegado a América!) del estado de Luisana, donde sus habitantes conviven con vampiros y otros seres especiales como la propia protagonista que es telepática (lee la mente).
Los vampiros ya no necesitan matar a la gente para beber sangre y sobrevivir,se han vuelto mucho más cool y tienen comercializanda una bebida llamada True Blood, que viene a ser sangre sintética de diferentes tipos.
Pero eso es aburrido y hay algunos que pasan de modernidades y prefieren hincar el diente en cuellos ajenos.
Comenzaremos conociendo a los personajes PERSONAJES PRINCIPALES Nuestra protagonista (un personaje odiado o amado, pero que jamás te dejará indiferente) es Sookie Stackhouse, interpretada por Anna Paquin (no entenderé que tenga un Óscar en su casa) y que para mi es el primer gran fallo de la serie, es un personaje cansino, tonto, desesperante y que no se entiende que levante pasiones entre los machos de la serie además de tener reacciones muy estúpidas en momentos importantes. Jason es el hermano de Sookie, y si ella es tonta y cansina su hermano no se queda atrás, el trozo de carne para reclamo de atención por parte del público gay y femenino, no deja de poner cara de perdido y de ir dando tumbos por la serie sin rumbo fijo, los dos hermanos deberían desaparecer, pero no tendríamos con quien meternos y a quien criticar en reuniones sociales.
Bill Compton es el vampiro que cae rendido ante Sookie y su pareja en la serie (y el actor en la vida real de Anna, se casaron el año pasado) y es un acierto, aunque en ocasiones parezca algo insípido, a medida que avanza la serie vemos su historia que resulta interesante y da algunos de los mejores momentos a la serie, además su entrada en la serie y sus tramas van mejorando.
El otro vampiro y con el que se crea el famoso trío protagonista, y que a mi parecer comienza mal pero se termina convirtiendo en el mejor personaje, es Eric Northman, quien regenta el Fangtasia, local nocturno de vampiros.
Pronto se interesa por Sookie y es algo desconcertante en cuanto a sus propósitos (cuando menos te lo esperas ayuda y otras veces fastidia a los protagonistas)
Sam es el dueño del Merlotte's local que sirve de reunión para los habitantes de Bon Temps y donde trabajan Sookie y Tara.
Sam tiene un gran secreto que se descubre durante mitad de la primera temporada y esta perdidamente enamorado de Sookie ( De nuevo inexplicable)
Tara es la mejor amiga de Sookie, y una persona que ha llorado cada día de su miserable vida debido a la infinidad de desgracias que le rodean, es el personaje que peor lo pasa durante la serie, y resulta cargante en ocasiones, pero está bien construido y medianamente bien interpretado además de ser nexo de union entre varios protagonistas. A medida que avanza la serie va cogiendo más protagonismo.
Y por último Lafayette Reynolds, el cocinero del Merlotte's, primo de Tara y contrabandista travestido de sangre de vampiros, que para los humanos es como una droga alucinógena que le traerá muchos problemas, es otro acierto de la serie dando comedia a tanto "drama".
Los secundarios dan mucha vida a la serie, y de hecho algunos son mejores como Pam, ayudante de Eric, Jessica y Arlene.
La primera temporada nos presenta Bon Temps y sus habitantes y esta muy bien montada, con misterios que se resuelven al final y centan con momentos impactantes.
Al ser un canal de cable los responsables tienen vía libre para hacer lo que quieran y tocar temas que en la televisión pública no son admitidos, por eso en lo que se refiere a sexo, palabras malsonantes y desnudos no se cortan, lo cual probablemente le haya dado el éxito que tiene, convirtiéndola en la hermana mayor de Crepúsculo.
Tras un final con un potente cliffhanger la segunda comienza mucho más interesante, mucho más dura, más gore, más extrema, y se amplían las especies de seres sobrenaturales presentando por fin a una gran villana, la cual tras su presentación, terminaba siendo repetitiva, con el mismo esquema en los episodios que se tornaban mas pesados a cada momento obligándonos a desear nuevas tramas.
El sexo vende y es el gran protagonista del segundo año.
La sorpresa llega cuando tocan el tema de la religión, algo que es ciertamente brillante aunque sea por medio de Jason, el personaje más hueco de True Blood.
Eric da el gran cambio en esta temporada y gana el protagonismo necesario para dar un boost de interés a la serie, dejando en segundo plano a Bill e introduciendo el triángulo amoroso Bil-Sookie-Eric convirtiéndose en el filón publicitario de la serie...
Después de una segunda temporada con resgusto amargo la tercera prometía mucho y acabó sin cuajar.
Entran en escena los reyes vampiros y hombres lobos (De nuevo Twilight), bien presentados, potentes y bien construidos pero que, sin embargo y tras poner en aprietos a los protagonistas nos dejan con la miel en los labios y no conducen a ningún desenlace de peso.
El último episodio fue absolutamente decepcionante y cuando descubrimos la verdad de Sookie y el porqué de su poder de seducción con todos los bichos raros que la rodean, te hace replantearte si los escritores ( o la autora del libro) se están riendo de ti.
Los episodios que se desarrollan en la mansión y en definitiva, los últimos, nos engañan y nos hacen creer que estamos viendo una grandísima serie, sin embargo, siempre volvemos a darnos cuenta de que no es así, True Blood no debe ser tomada en serio porque a menudo se evidencia que sus propios productores no toman en serio a una serie que únicamente busca jugar con el morbo, escenas gratuitas que buscan únicamente generar expectación por parte del público gay (que es bien sabido es uno de los mas fieles) o simplemente colarnos una historia cogida con hilos. Aún con todo ello, a muchos les ha ocurrido como a mí, somos conscientes de la baja calidad de ciertos puntos de la serie, de su cutrez absoluta en ocasiones, pero inexplicablemente ahí estamos, enganchados a éste culebrón sangriento. Que no os engañe el nombre de Allan Ball, True Blood no es ninguna maravilla como si lo es la insuperable Six Feet Under, siendo mas bien un producto entretenido sin mas, capaz de hacerte reír o atraparte en ocasiones.
Que os parece a vosotros?
Quién se va a perder esta HBO SERIES? Yo no seré uno de ellos. Definitivamente esta serie tiene todod lo que me necanta ver en tv: drama, acción, pasión, misterio y además chichos lindos!
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