martes, 1 de febrero de 2011

EL VERDADERO HÉROE DE DISNEY: JOHN LASSETER

Somos muchos los que apreciamos la época la edad de oro de Walt Disney Pictures, esa en la que cada poco tiempo nos regalaban una gran obra cinematográfica que recibía la calificación de clásico nada más estrenarse.


The Little Mermaid (La Sirenita) fue la que inició la más importante de las épocas del estudio, que buscaba su camino después de varias decepciones. La Sirenita no solamente ayudó económicamente a Disney, sino que le dio 2 Oscars, muy buenas ventas de su banda sonora, y prestigio.


Después llegó The Beauty and the Beast (La bella y la Bestia) que aumentó los logros de Ariel y alcanzó la nominación de Mejor Película en los Oscars, hecho histórico por ser la primera, cuando ni tan siquiera había la candidatura para película de animación. The Beauty and the Beast fue más que un éxito, demostró que un film animado podía ser considerado como algo serio y profesional, y que podía abarcar más público que el infantil. Su banda sonora llegó a los Grammys, sus personajes a vender millones de dólares en merchandising, y a cambiar el rumbo de la historia del cine animado aplicando por primera vez efectos creados por ordenador (en la escena del baile).

The Lion King (El Rey León) que hasta la llegada de Toy Story 3 fue la más taquillera del estudio y Aladdín, continuaron dando alegrías a la casa de Mickey Mouse. 


Pocahontas y The Hunchback of Notre Dame (El Jorobado de Notre Dame) no cumplieron del todo con las espectativas (de taquilla y de críticas), pero se recuperaron con Mulan y Tarzán.

The Planet of the treasure (El planeta del tesoro) fue un desastre tanto como película, como en taquilla y se empeoró con Atlantis. Después de los dos sonidos fracasos vino Home on the Range (Zafarrancho en el rancho), la última película animada de forma manual, y que por culpa de su mal paso por las taquillas de todo el mundo, produjo el cierre de los estudios de animación tradicional, pasándose al digital por completo.
Y ahí es donde hay que llegar para comprender la importancia de este maestro.

John Lasseter fundó y presidió Pixar desde sus comienzos creando cortos, con los que se ganaron prestigio en el sector y premios como Oscars. El pequeño estudio emprendió un ambicioso viaje, animados por la trayectoria que llevaban, y que era muy arriesgado que si salía bien podría llevarles a la gloria, y si salía mal a la ruina.

Ese proyecto se llamó Toy Story, la primera película de animación creada completamente por ordenador, algo nunca visto y que llevó mucho trabajo al estudio. 
Mientras Disney decaía, Pixar despegaba viendo el éxito del film, que renovó por completo el cine del momento, y dándole a Lasseter un Oscar especial por la dirección del equipo, y la nominación a  Mejor Guión Original (obra suya).

En el 2003 estrenó Finding Nemo (Buscando a Nemo), que ganó el primer Oscar de la categoría de Mejor Película de Animación, creada ese año y además, fue la película animada más taquillera de la historia con 867.9 millones de dólares (hoy esta en la 22ª posición).

The Incredibles lo situaron como una de las figuras más importantes del panorama, habiendo colaborado con el mismísimo Hayao Miyazaki (Porco Rosso), distribuyendo Spirited Away (El viaje de Chihiro) en EEUU, y entablando una gran amistad.

Y llega el gran momento, es en el 2006, cuando Disney, hundida y viviendo a costa de la distribución y ventas de artículos creados por Pixar, la compra y Lasseter es asignado asesor director creativo de Disney Pixar. Su primer cometido fue reabrir los estudios de animación tradicional, con el propósito de devolver al estudio del ratón a la gloria que perdió. Zanjó proyectos que se estaban preparando como Rapunzel en versión cómica a los Shrek, no quería películas de consecuciones de gags cómicos, sino que quería contar historias como hizo el fundador, Walt Disney.

Disney intentó salir adelante con animacion por ordenador estrenando Chiken Little y The Robinsons, que no tuvieron mucha repercusión, cumpliendo eso si en lo económico. Bolt, supervisada por Lasseter, tuvo mejor crítica y taquilla que las anteriores, buena señal. Y no solamente eso, sino que en el cine de carne y hueso, con Enchanted (Encantada) dio la campanad las navidades del 2007 con 127 millones solamente en la taquilla de USA.

Lasseter se puso firme ante los animadores, había que recuperar el prestigio perdido y no paró hasta encontrar el proyecto que les ayudaría a cumplir su cometido.

El primero fue The Princess and the Frog (Tiana y el Sapo), que volvió a desempolvar los lápices guardados y reunió a viejas glorias para levantar la animación en 2D, frente a tanta producción tridimensional. El proyecto funcionó de forma correcta, no dio grandes beneficios, pero no fracasó. No tuve malas críticas, pero quedaba algo lejos de los clásicos de los 90, pero esto solamente fue el principio.
En la película, se presentaba a Tiana, la primera princesa negra del mundo Disney, y aunque algunos crean que era así por dar que hablar se equivocan. 

John asistía a una fiesta infantil con sus hijos cuando vio a un grupo de niñas jugar a princesas, una de ellas, de piel negra y pelo rizado, se vio desplazada del grupo y casualmente fue a parar al lado del director al que le contó su problema, y era que las niñas no conocían a una princesa negra, por lo que ella no podía jugar. Lasseter le hizo una promesa a esa niña, que en unos años, vería a una princesa como ella en el cine.

El modesto recibimiento de Tiana entre el público parecía ser la llamada de atención para que zanjaran en su intento y volvieran a las tres dimensiones, pero no era necesario ya que en el terreno tridemensional ya eran los reyes indiscutibles (Wall-e, Up), así que quedaron en alternar 3D con 2D, y la siguiente película en ver la luz sería Rapunzel, mezclando ambas técnicas.

Lasseter rehizo los guiones, contrató a animadores como Glen Keane (que había dado vida a Ariel y a la Bestia), y a Alan Menken para la banda sonora (después de La Sirenita y Aladdín), puliendo los fallos de The princess and the frog y consiguiendo devolver a Walt Disney Pictures a lo más alto, recibiendo las mejores críticas del año (Toy Story 3 se basa en una historia creada por John, y tiene un 92/100 y controló toda la producción de Tangled), y rompiendo la taquilla americana y mundial. 



Tangled (Enredados) lleva acumulados 189 millones en EEUU (Tiana finalizó en 105), su presupuesto es de 260, y todavía no se ha estrenado en la gran mayoría de países, pero de momento a nivel mundial supera los 443 millones, siendo nº1 en todos los que se ha estrenado. 
Rapunzel nos ha hecho recuperar la fe en que volveremos a vivir nuevos clásicos como los de nuestra infancia, y que existe la magia. 

La siguiente película animada de forma tradicional será The Snow Queen (La reina de las nieves), de la que os hablamos anteriormente en el blog.

No sabemos que pasará en el futuro, pero si que mientras Lasseter esté entre nosotros, tendremos joyas cinematográficas, pulidas con esmero y disfrutadas de por vida.


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