viernes, 1 de julio de 2011

CRÍTICA TRANSFORMERS: EL LADO OSCURO DE LA LUNA


Nadie puede negar que Michael Bay es un genio en lo que a espectáculo y escenas de acción se refiere. Con cada nuevo film del director conseguimos quedarnos boquiabiertos por la cantidad ingente de efectos, pirotecnia y su habilidad por rizar el rizo hasta límites practicamente inimaginables. 

Transformers resultó ser una cinta que, pese a tener ciertos errores made in Bay, se convirtió en una película de acción trepidante muy decente donde sus virtudes superaban a sus errores (que los tenía a raudales). Así pues tras una primera entrega ciertamente notable, la segunda no se hizo esperar y cuando todos esperabamos que subsanara los errores de la primera y potenciara sus virtudes, nos encontramos con un lamentable espectáculo en el que ni la excelencia técnica ni el buen hacer de Bay en las escenas de acción conseguían salvar una interminable película de convertirse en un circo donde el peor humor, el peor guión, chistes estúpidos e incoherencia generalizada se daban cita, generando un espectáculo lamentable. 

Transformers 3 supone entonces un duro reto para Bay. Repetir los errores de la nefasta segunda entrega... o subsanarlos y potenciar las virtudes de aquella primera. 


En esta ocasión, la trama tiene un mayor peso que en anteriores entregas, pese a su mas que evidente poca profundidad y aunque siempre tengamos esa sensación de que no importa en absoluto cual sea el motivo, todo va a acabar con robots destrozándolo todo, esta vez la trama pretende convertirse en un pilar fundamental sobre el que se sustentan las toneladas de acción. Lástima que el pilar sea tan intrascendente y frágil. 

En cualquier caso, la película comienza con un flashback en el que los Autobots envían su única posibilidad de vencer a los Decepticons a la cara oculta de nuestra luna, donde la supuesta arma definitiva yacerá custodiada por el cadáver robótico de Sentinel Prime (antecesor al poder del conocido Optimus Prime). La película se encarga pues de unir tal suceso con el primer viaje a la luna, contándonos que los astronautas gozaron de suficientes minutos off the record, como para irse a dar una vuelta por la nave siniestrada y poder recoger lo que presumiblemente es un objeto de incalculable poder y valor para la raza de robots alienigenas. Así pues, la posesión de tal artefacto es la que genera la consecuente guerra campal entre robots y humanos que se da cita en la última hora de película. 

Durante las dos horas y media de metraje se dan cita como viene siendo mala costumbre, el humor mas insípido (con ciertos momentos que SI tienen gracia) y los planos mas exageradamente machistas donde la nueva sustituta de Megan Fox, quien por cierto consigue interpretar de forma convincente, posa de forma descarada frente a la cámara y desfila cual pasarela de moda. Vuelven los asiduos a la saga, desde Shia Laboeuf hasta John Turturro, y se añaden pequeños papeles de John Malcovich (un pelín pasado de rosca) o Ken Jeong, que repite papel desde Resacón II. 

La película gira durante una hora y media en torno a los personajes humanos, sin prácticamente ninguna escena de acción recalcable, tanto es así que la película llega a hacerse pesada en ciertos momentos en los que estamos deseando poder ver un atisbo de la espectacularidad que prometen los impresionantes trailers. 

Tal cosa no ocurre hasta la última hora del film aproximadamente y aunque se ha realizado de forma absolutamente magistral, y consigue que nos quedemos boquiabiertos ante ciertas escenas (la destrucción del edificio con el equipo protagonista en su interior es de lo mas impresionante que hemos visto en un cine), el resto es una sucesión repetida de peleas entre robots, explosiones varias y momentos videocliperos donde todo estalla a ritmo vertiginoso. 

Transformers 3 da pues, demasiadas vueltas para llegar a lo que realmente estamos deseando ver, y cuando finalmente llega, nos ofrece un espectáculo sin igual donde tristemente su highlight es una escena que precede a una insustancial cantidad de peleas entre robots que acaban siendo repetitivas y excesivas, y es que, el clímax absoluto es sin duda la mencionada escena del edificio quebrándose con los protagonistas en su interior, este es el momento de mayor espectáculo e impacto, el resto ( una larga media hora) es una sucesión de batallas entre robots que acaban pareciéndonos cansinas, perfectamente ejecutadas, pero cansinas. 

Así pues, situándose a mitad de camino entre la primera y la segunda entrega, Tansformers 3 consigue no ser un absoluto esperpento como lo fue la segunda entrega y sin embargo no consigue ser tan compacta, "seria", directa y dinámica como si lo fuera la primera. 

Si buscáis un espectáculo palomitero de magnitudes mastodónticas, lo encontraréis sin duda, pero deberéis pasar por una larga larga larga cantidad de minutos en los que la trama parece no ir a ningún lugar. 

Desconocemos si la saga contará con una nueva entrega, de ser así y de nuevo, esperamos que Bay consiga sustentar esa perfecta coordinación en las escenas de acción, sobre un guión a la altura y elimine la cantidad de chistes estúpidos, momentos patrióticos exageradamente forzados, o los planos gratuitos de culos o chicas posando descaradamente (los hay a montones). Aún con todo, Transformers 3 es sin duda la apuesta de este fin de semana, y como mínimo conseguirá entretener a grandes y pequeños y dejar a todo el mundo boquiabierto ante las escenas de acción/ destrucción mas desproporcionadamente impresionantes que hemos visto en un cine. 

Para los amantes del 3D comentar que las escenas de acción consiguen un efecto interesante que resulta especialmente llamativo en ciertos momentos (la caida libre del equipo de soldados especialmente) sin ser ebaolutamente imprescindible en ningún caso. Aunque muchos han hablado del mejor 3D de la historia, no es cierto en absoluto. Consigue en ciertos puntos sorprender LIGERAMENTE, pero en ningún caso es imprescindible o sorprende por el efecto en sí. A elección de cada uno. 



NOTA:  6/10

1 comentario:

  1. Concuerdo con tu critica, aunque se hizo algo larga la pelicula e incluso la primera hora pero te consigue mantener sentado comiendo palomitas y la pasas bien

    Creo deberia haber dos formas de ir a ver una pelicula; una es como expectador y la otra como critico, porque ir a ver una pelicula como transformers (por ejemplo) no podrias prestar atencion al 100% de las dos forma a la vez incluso dificilmente la pasarias bien. :)

    SALUDOS

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