lunes, 24 de enero de 2011

CRÍTICA MODERN FAMILY

Estrenada como una sitcom más de enredos familiares, Modern Family llegó en septiembre del 2009 con la novedad de su recurso del estilo documental, es decir, que además de seguir a los protagonistas, éstos hablan directamente a cámara como si fueran entrevistados.

El piloto no me pareció de sobresaliente, pero si sus personajes, que tocan todos los géneros y estereotipos y ese es un gran punto a su favor, ya que abarca todo tipo de público.

El encanto de la serie radica precisamente en eso, sus personajes, muy bien construidos y muy bien tratados durante todos los episodios, y si además se juntan todos, se aseguran un episodio memorable. 


Y digo que radica en eso porque no tiene una trama que abarque toda la temporada y que consiga enganchar al espectador para que vea el siguiente episodio, sino que cada capítulo es como un cortometraje sobre la vida tres parejas, y que sino fuera por sus guiones, actores y tramas cada vez más surrealistas, no sería digna de mencionar. Eso si, la mayoría cortometrajes brillantes.

Todos están perfectos, pero se llevan la palma Gloria y Cam, los que más han dado que hablar y que más llaman la atención desde el piloto. 

En EEUU tienen siempre la costumbre de hacer bastante humor sobre latinos y de darles siempre los mismos roles. Pero los creadores de la serie han sabido muy bien como tratar a una colombiana como Gloria, ni la han puesto como la típica chacha ni como la morena explosiva que va calentando al público masculino (aunque lo haga). 

Tampoco han forzado a la actriz a que disimule su acento y hable un inglés más americano. Han optado por hacer una soltera con un niño que se ha casado con un hombre mayor porque lo quiere (y que por suerte tiene mucho dinero) y su problema, y grana cierto, es acostumbrarse a las costumbres y al idioma de USA, todo eso sin avergonzarse de sus orígenes y cultura.

Los malentendidos por el idioma, las paranoias y las manías de Gloria regalan algunos de los momentos más desternillantes de la serie.

Su marido baila al son que ella le manda y su hijo Manny es para darle de comer aparte. Es el típico niño que actúa y habla como un adulto, puede ser un poco pedante en ocasiones, pero en las dosis justas no molesta.

Sofia Vergara ha sido la revelación de la serie, la que más popularidad ha conseguido y que más da de hablar, pero al cumplir tan bien como actriz se le admite que haga lo que quiera.


Cam es el otro gran acierto, y al que reconocieron con el Emmy por la gran actuación de Eric Stonestreet, que cumple su trabajo a la perfección y me ha hecho llorar de la risa que me ha producido verle en pantalla.


Cam es adorable, es el típico personaje gordito adorable al que le coges cariño desde el minuto 0, y que a medida que vas conociendo sus secretos, manías y forma de ser más te gusta.

Al marido de Cam, Mitchell, le sucede lo mismo que a Jay (marido de Gloria), esta bien, pero queda totalmente eclipsado por su partenaire, aunque de vez en cuando los guionistas le dan tramas solitarias donde demuestra que en solitario puede resultar también divertido, y que no está como simple acompañante.

Claire y Phil en mi opinión, no se descubren hasta la mitad de la primera temporada, en especial Phil que tiene una evolución increíble, pasando de ser uno más a uno de los que más me gustan. Y lo mismo sucede con Claire, que parece la típica madre gruñona de lo más común pero que se sale cuando le dan protagonismo en un episodio.

Y llega el momento odiado por mi cuando vi la imagen promocional de la serie y que me hizo dudar de si verla o no, y ahora entenderéis porque. 

En España, las cadenas al pedir una serie obligan a los guionistas a introducir personajes de todos los públicos, para enganchar a todos los sectores de la población, y esto que quiere decir? que quieren niños.

Dejé de ver El Internado, porque además de que ni los creadores sabían donde ir a parar con la imitación de Lost española, las niñas y sus tramas se hacían insufribles y odiosas, hasta tal punto que cuando aparecía la niña en pantalla mi dedo se deslizaba rápidamente al mando para cambiar de canal.

Por suerte en Modern Family los niños aportan y no están de más. Manny puede ser el que más cueste de apreciar, pero los hijos de Phil y Claire son grandes por si solos, y tienen tramas a la altura de las de los adultos.

La hija mayor de los Dunphy, Haley, es una caja de sorpresa y la actriz (Sarah Hyland) se desenvuelve con mucha naturalidad y comicidad frente a la cámara, pienso que será una gran actriz de continuar así y no perderse en las calles de Los Angeles.

Modern Family a fin de cuentas habla de la familía, de lo que significa y lo que conlleva, del día a día, y lo hace tan bien que se te pasa la temporada volando y deseando ver más. 

No soy de series con capítulos autoconclusivos, pero en este caso hago una excepción porque me han dado tantas risas que se lo merecen todo. Demuestran lo que debe de tener principalmente una comedia, un guión trabajado y con sentido, y una cantera de actores que eleven los diálogos y desborden química en pantalla.

Recomendable al 100%, no es Friends, pero también tiene personajes que se te quedarán grabados y con los que re reirás a lo grande. No tiene un 10 porque al no haber una historia que se desarrolle a lo largo de la temporada le resta a la serie de llegar a ser perfecta.

POSDATA: NO VERLA DOBLADA, y no lo digo por hacerme el listillo desprestigiando la labor de los dobladores de la serie, pero perderse el acento de Gloria y la voz de Cam es una catástrofe y no valoraréis como se merece esta gran comedia.

NOTA:8'5

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