sábado, 24 de septiembre de 2011

CRÍTICA DE LA PREMIERE DE THE PLAYBOY CLUB

Cuando una serie se promociona como la sucesión de otra muy valorada por crítica y público tiene una publicidad gratuita incluida, pero también tiene la difícil tarea de llegar a las expectativas que ha generado. Tal y como pasó con Flashforward (que se llamó a sí misma la nueva Lost), The Playboy Club se auto proclamó la sucesora de Mad Men en la televisión pública, y ya diciendo eso se puso en el ojo del huracán, jugando además con la imagen de la famosa marca creada por Hugh Hefner.

The Playboy Club nos traslada a lo años 60, donde veremos las noches en un local de copas regentado por las famosas conejitas de Playboy, la cuales entretienen al público además de servir copas. 

En una ciudad regentada por la mafia, Maureen, una conejita novata, sufrirá un percance que cambiará su vida por completo, estando en el punto de mira. 


The Playboy Club no ha hecho más que intentar ser la nueva Mad Men, pretendiendo coger parte del legado que esta cosechando la serie de Amc, y emulando su estética por tratarse de la misma época y ciudad, pero mientras que en la serie de Jon Hamm, todos los personajes y situaciones están excelentemente escritas y pensadas, aquí tenemos una típica historia, con pocos personajes bien definidos, que no consigue ser más que un ligero producto de entretenimiento, que nos ha engañado descaradamente.

Hay que ser sincero, cuando leemos Playboy pensamos directamente en erotismo, y Nbc pensaría que el público masculino sintonizaría el canal para ver a las actrices con orejas y cola, pero jamás llega a sobrepasar la barrera de lo estrictamente correcto, no arriesga en nada, no digo que veamos a mujeres desnudas, pero nos dibujan una imagen de la mansión de Hefner demasiado inocente, cuando el millonario se ha jactado de justamente lo contrario.

Pretenden que nos creamos que las fiestas de la mansión son con chicas vestidas con camisones? 

Eddie Cibrian, protagonista, no puede disimular querer emular a Don Draper, un icono televisivo, lo es sobretodo en la escena que sucede en su apartamento. Mientras Jon Hamm da matices a su personaje, Eddie Cibrian le da simplemente las poses.

Todos los demás son tópicos, la protagonista inocente metida en líos, su mejor amiga apoyándola, la mala de turno que le hará la vida imposible, los mafiosos que la persiguen, el héroe etc..

Si Mad Men destacó y triunfó fue porque tenía personalidad y no surgía de ninguna otra, The Playboy Club, no solamente carece de estilo propio, sino que ha recurrido a las peculiaridades clásicas del género, sin nada por lo que se la pueda reconocer y ser recordada en unos años.

El guión, en lugar de camuflar las lagunas que tiene el resultado final, las acentúa con diálogos vistos infinidad de veces, con personajes mal definidos, y situaciones algo absurdas. Pretenden acelerar el ritmo para ir directamente a la acción, pero en ocasiones, es mejor ir a paso lento que acelerado, porque la impresión al final del piloto es que nos han querido vender algo que ya existía.

Nada salvará la serie del cajón de las olvidadas si continúa por esta línea, porque ni las actuaciones se salvan, y la táctica de promoción  que han utilizado la harán motivo de burlas cada vez que veamos a Draper y compañía dar muestra de lo que es un trabajo bien hecho.

Este inicio de temporada televisiva americana esta siendo muy decepcionante, con productos poco arriesgados y mal acabados, una lástima, porque podríamos estar ante un producto importante, sino hubiera contado con un equipo que se ha limitado a observar a la competencia.



NOTA: 5'5/10

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