jueves, 29 de septiembre de 2011

CRÍTICA PERSON OF INTEREST


Jonathan Nolan, guionista de The Dark Knight y Memento entre otras, colabora habitualmente con su hermano Christopher Nolan, director de ambas, formando un tándem que ha cosechado éxitos de crítica y público película tras película.

Que Jonathan se acercara al mundo de la televisión, junto al Spielberg televisivo J. J. Abrams, artífice de Lost, Alias y Fringe entre otras, causó inmediatamente una gran expectación ante el resultado de tal colaboración. Pero el resultado no ha sido todo lo que se esperaba del aclamado dúo, aunque no por ello es un mal piloto.

La trama va sobre el millonario Finch (Michel Emerson, Ben en Lost), que crea una máquina para predecir la identidad de personas relacionadas con crímenes que podrían darse en un futuro no muy lejano.  Pro la máquina tiene limitaciones y no es exacta, no predice quien es la víctima y quien es el asesino, o donde se podrá dar el crimen.


Hasta el momento trataba los casos importantes que englobaran a un número importante de víctimas, ignorando a  los más irrelevantes. Pero sintiéndose culpable por dar de lado esos pequeños casos, decide resolverlos con la ayuda de un ex agente de la CIA

James Caviezel es el ex agente, ahora vagabundo, que accede a resolver los casos con un arsenal de medios impresionantes, con todo tipo de información sobre los sujetos, haciéndonos recapacitar sobre el control que tiene el gobierno sobre nosotros, con cámaras por todas partes, micrófonos etc...

Es un thriller en toda regla que recuerda al Gotham de la trilogía de los hermanos Nolan, pero sin el murciélago y sus enemigos. Esto puede provocar cierto rechazo porque no hay un elevado grado de originalidad, pero la historia esta bien planteada y la acción es constante y bien rodada. Con los característicos giros argumentales del guionista, pero de lo que peca el episodio es de ser demasiado cerrado. No hay una continuación, no hay más historia que la principal, ni relaciones, ni un protagonista con algo que contarnos ni nada, tenemos un caso resuelto y no sabemos que depara el futuro. Ese es el gran error del piloto, que no lleva a ninguna parte, y parece que tendremos casos por resolver, sin nada más de fondo. 

James Caviezel resulta inexpresivo y algo rígido en el papel, pareciendo al Bruce Wayne interpretado por Christian Bale, pero sin la gran labor que hace el oscarizado actor.

Michael Emerson repite el papel de Ben, misterioso, poco hablador y siempre con frases enigmáticas, que bien podría haber sido el mismo personaje. 

Aparte de los dos protagonistas, no hay nadie más, y es lo más extraño. En las películas escritas por Jonathan, suele hacer un gran trabajo con los personajes, pero aquí solamente vemos a dos, y no terminan de darse a conocer del todo.

Esta bien rodada, es entretenida, muy bien escrita, pero no sabemos a donde quiere llegar, y aunque en el canal Cbs suelen darse las series de capítulos autoconclusivos, es una decepción viniendo de quien viene. Habrá que ver por donde irá, y si consigue rellenar tanto hueco vacío.



NOTA:6'5/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Traductor