
Nada quita cierto tono casposo y
de novela a la serie, con momentos de miradas sobreactuadas (que
inexplicablemente nadie aprecia, aún siendo en fiestas con todos los personajes
reunidos), y ciertas reacciones poco naturales. Pero la historia funciona, y
los personajes tienen sus funciones para hacerla avanzar, donde nada esta de
más, ni de menos, además de cliffhangers al finalizar cada episodio, lo que la
hace altamente adictiva, y que le perdonemos sus errores.
Amanda Clarke busca venganza por
la falsa inculpación y el posterior asesinato de su padre, en especial, de Victoria,
matriarca del clan Grayson, los reponsables de que Amanda no pudiera criarse
con su progenitor. Algo que daría para una tvmovie, pero que ha servido para dar el
drama revelación de las cadenas públicas.
Parecía que íbamos a ver una
sucesión de venganzas de Amanda, dando donde más duele a todos los habitantes
de los Hamptons, pero cuando recibieron la aprobación de Abc (canal que la
emite) para grabar 22 episodios, dejaron de hacer episodios autoconclusivos,
para centrarse en la familia Grayson, y secundarios, mejorando la historia, y adentrándose en el mundo que habían creado.

Ambas han dado justo lo que requieren sus personajes, y aunque Emily VanCamp nos pareció bastante limitada, esa frialdad que da al personaje se termina entendiendo una vez descubres su pasado. No decimos que sea una gran actriz, pero en este papel cumple.
Madeleine Stowe esta más que cómoda en la piel de Victoria, dando la oportunidad a la actriz de estar presente en las nominaciones de premios importantes.

Es genial el modo en que lo van
introduciendo, y sobretodo, las consecuencias de sus actos, algo que pocas
series saben tratar, y que en Revenge es una norma, todo acto tiene su
consecuencia. Una pena que no de más, porque llega a superar en carisma e
interés a todos los demás.
Nolan Ross (Gabriel Man), el
aliado de Amanda, sería otro a destacar. Siempre en las sombras, y con cómicos
diálogos, es clave en la historia, y uno de los más interesantes. Con el final
de la primera temporada, promete dar mucho en la segunda.
En el campo contrario tenemos a
Jack Porter (Nick Wechsler), el interés amoroso de Amanda, pero al que debe
renunciar por no formar parte de su plan. Nick no termina de encajar ni
congeniar con el resto de actores, le falta carisma y buen hacer, echando al
traste momentos de tensión por su limitación como actor. Lo mismo sucede con
Joshua Bowman, que interpreta a su hermano pequeño, y que carga con las
historias juveniles, que aunque son las menos interesantes, se hacen más
pesadas por lo aburrido que resulta ver al actor en pantalla.

De cumplirse los planes de
Kelley, estaremos expectantes para continuar la vendeta de Amanda, pero de no
ser así, Revenge no es la adecuada para estirarse muchos años.
NOTA: 8’5/10
Muy bueno , se que ya a pasado tiempo y estamos en la segunda temporada ya terminando pero quisiera acotar que josh bowman no interpreta al hermano pequeño de jack (declan) si no a Daniel grayson
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