John Lasseter cogió el cargo de director creativo de Disney, y tuvo como propósito devolver al estudio a los buenos tiempos, aquellos en que sus estrenos se convertían en clásicos instantáneamente.
Su primer paso fue reabrir los estudios de animación tradicional, y de este modo, alternar animación 2D con animación 3D.
El primer proyecto fue The Princess and the Frog (Tiana y el sapo en España, título sin sentido porque es una rana y no un sapo).
La polémica estaba servida desde un principio por tratarse de la primera princesa negra en Disney, hecho a propósito por Lasseter, que al ver a una niña negra en un cumpleaños que no podía jugar a princesas, porque no conocían a ninguna de su raza, y éste le prometió que vería una como ella en los cines.
La taquilla de la princesa Tiana decidiría el siguiente paso a seguir por el estudio, que tenía en producción The Snow Queen (en 2D) y Rapunzel (3D).
Tiana no tuvo el éxito esperado en taquilla, ni en ventas de merchadising, por lo que decidieron paralizar The Snow Queen y terminar Rapunzel, y potenciar el 3D.
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