Después de Melancholia, asistimos al esperada proyección de Twixt 3D, película de Coppola con un rescatado Val Kilmer, y con Elle Fanning, que justo antes rodó con la hija del director la premiada Somewhere.
Si hablé del status de Lars Von Trier, el nombre de Coppola en el cartel casi llena el auditori del hotel Melià en Sitges, con espectadores creyendo que asistirían a una gran historia del autor de clásicos como la trilogía de El Padrino. Pues todo lo contrario, sin lugar a dudas, fue la mayor decepción del festival.
Para resumir la película diré que es como un corto alargado de un mal estudiante de Bellas Artes, con un pésimo guión, un Val Kilmer que da tumbos de un sitio a otro, y una historia mal desarrollada que termina siendo un lastre.
