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Cuando leímos la idea nos pareció absurda y facilona, unos simios atacando humanos como si de Godzilla se tratara, pero el trailer disipó los prejuicios que teníamos y la película nos ha terminado de convencer.
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La historia comienza con Will Rodman (James Franco) científico que busca la cura del alzhéimer para ayudar a su padre, recuperando el tejido dañado del cerebro. Pero al no poder experimentar en humanos, lo hace con simios.
Cuando el simio que más ha desarrollado su fármaco muere, Will se lleva a su hijo al que bautiza como Caesar, descubriendo que ha heredado y mejorado las cualidades de su madre desarrolladas por el experimento.
A partir de entonces seguimos el crecimiento y la evolución de Caesar, con escenas al estilo 2001 Odisea en el Espacio, Caesar coge toda la atención de la película dejando en un segundo plano a Will y los demás humanos.
El gran acierto del director Rupert Wyatt es hacer partícipe al espectador de los sentimientos de Caesar y los demás simios en lugar de mostrarlos como simples experimentos fallidos, desde un primer momento vivimos todo el desarrollo del simio protagonista, gracias a eso, comprendemos sus motivaciones y el porque de sus acciones. Por desgracia, quitando la parte científica, esto no dista mucho de la realidad donde un animal puede llegar a sentirse como los simios de la película, algo que aunque sabemos que no pasará, debería hacer reflexionar a más de uno.
La primera mitad de la película Caesar es feliz viviendo como un humano, o intentándolo, hasta que un accidente lo lleva a una protectora de animales para vivir como un simio real, entre rejas y conviviendo con su especie menos desarrollada. Es ahí cuando ve la realidad y quien es el culpable. En ese momento, trama un brillante plan que lleva a la liberación de sus congéneres y el derrocamiento de los culpables, nunca la muerte porque no pretende asesinar, algo que es de agradecer, porque en ningún momento se pierde el norte y los motivos de las acciones de Caesar.
Hay un momento en concreto frente al personaje de Tom Felton (Draco Malfoy en Harry Potter) que pone la piel de gallina y desencadena una recta final apoteósica y muy emotiva, con un gran final que continúa en los créditos.
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El grandísimo actor John Lithgow es el mejor personaje no animal y a Freida Pinto no le dan oportunidad de demostrar su trabajo con un personaje sin personalidad y muy poco tratado, que se limita a permanecer como acompañante.
Lo que esta claro es que se abrirá el debate en torno a Andy Serkis, de puede valorar su actuación cara a los premios? Cuánto hay de ordenador y cuanto de actuación? Lo que esta muy claro es que Caesar es un gran personaje con una increíble actuación.
En definitiva, una grandísima película que ha sido una de las sorpresas veraniegas.
NOTA: 8'5/10
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