CRÍTICA FALLING SKIES PREMIERE

La noche del domingo fue la escogida por TNT para presentar su producto estrella del verano, con la marca de Spielberg en la promoción, da lo mismo que el director de E.T. no haya metido mano en la producción, pero la aparición de su nombre vende, y es lo que han conseguido, vender bien un producto que ha sido el programa con mejor estreno del canal, con una audiencia de 6 millones de espectadores, que para un canal de cable es mucho.

Y una vez nos muestran los dos primeros episodios, hay que preguntarse, es una serie digna de llevar el nombre de Spielberg? La respuesta es no.

Falling Skies pretende desembarcar en el género de la ciencia ficción y apoderarse de él, y lo demuestra porque desde el primer minuto, nos introducen la temática alienígena, con una estética muy similar a la saga Terminator, sin molestarse en explicar que ha sucedido, como el mundo ha sido invadido, y como la raza humana lucha por sobrevivir ante las amenaza de los nuevos visitantes.  Si se hubieran molestado en al menos presentar a los personajes, sus motivaciones, actitud, si situación y detalles de cada uno que los hiciera reconocibles para el espectador, la serie hubiera arrancado bien, pero nos introducen en una situación con personas que no conocemos y que actúan como si los hubiéramos seguidos desde hace tiempo.

El ritmo no acompaña en absoluto, en ambos episodios se dan los mismos parámetros, los aliens aparecerán en una escena de acción corta, aparecerán los robots en otra, y lo demás serán conversaciones algo simples entre los supervivientes, sin avanzar excesivamente. Se hace lenta y aburrida, porque no hay nada de interés o información valiosa en las conversaciones.

Durante el primer episodio, tratan de que establezcamos un vínculo con Tom Manson (Noah Wyle), padre de tres hijos que dirige a un pequeño grupo en busca de alimentos, y que ha perdido un hijo que ha sido secuestrado por los invasores. El personaje no tiene el carisma que se necesita para llevar las riendas de la historia, no es Jack de Lost o Mal de Firefly, y este es el error garrafal de todo el conjunto, no hay personaje que destaque en nada, de hecho nos hemos dormido con el piloto, y no terminábamos de congeniar con ninguno, nos daba igual quien muriera, porque lo único que parecía haber era un grupo de actores con un guión torpe y cargado de tópicos del género. 

Han querido imitar Jurassic Park (la famosa escena de la cocina) combinado con The War of The Worlds, y siguiendo la estela de The Walking Dead, pero en aquellos casos, corríamos del peligro con personajes reconocibles y bien presentados, aquí tenemos una supuesta amenaza que apenas da esa impresión, con unos personajes del montón que lo único que hacen es pasear sin que se les aparezcan grandes dificultades, con la reclamada escena de acción, en lugares cerrados y que se ve de antemano que se puede dar una situación de peligro, para que no se les achaque la falta de acción.

Los efectos están conseguidos, pero todo se pierde en escenas torpes que se resuelven demasiado rápido, que no aportan nada interesante, y que sirven simplemente para recordar que aunque los protagonistas anden a sus anchas, hay un peligro detrás, y sino los vemos son porque son caros de hacer.

Los actores cumplen lo justo, siendo el protagonista Noah Wyle, el que nos ha mosqueado porque parece que pase lo que pase sonríe, pierde un hijo, no tienen comida, han de escapar para no ser asesinados, pero por su cara parece que no esta pasando nada.

El segundo episodio nos trae a los malvados y chulillos de turno, capitaneados por John Pope  (Colin Cunningham), que parece tener los diálogos de Sawyer en Lost (macarra malo poniendo motes graciosos), y juega con ventaja porque ante tanta pasividad, el hace remontar el interés por las personas que vemos en pantalla.

Es la recta final la que parece que la serie puede mejorar a medida que avancen los episodios, en muchas ocasiones ha sucedido esto, pero es que nos hemos aburrido con una premiere que su cometido es el engancharnos, y lo que ha conseguido es darnos pereza de ver el tercer episodio. 

Lo único que queremos saber es para que son esas columnas que llevan los niños prisioneros, que quieren de ellos?.

Un torpe inicio que puede costarle su continuación el próximo año.

Hubiéramos preferido que volviera V, que aún sin ser perfecta, cumple su cometido de entretenernos y darnos escenas posibles de recordar. Tiene muchas posibilidades si se lleva bien, por eso le damos la oportunidad, pero no se si aguantaremos los 10 episodios de parecerse a lo visto.

NOTA 6/10

Poducto veraniego de consumo rápido, que dependiendo como continúe, no durará mucho.