CRÍTICA SUPER 8

Alabada por la crítica, sumida en una nube de misterio y de ocultismo por medio de una campaña viral ciertamente interesante, Super 8 se perfilaba como una enigmática cinta que llega dispuesta a sorprendernos... 

Ya la hemos visto y os aseguramos que estamos no solo ante la mejor película del verano, probablemente se trate también de una de las mejores del año. Descubre por qué en nuestra crítica de la premiere, gracias a los organizadores del Festival de Cine Fantástico de Sitges.

Ante todo trataremos de no desvelar ningún detalle importante de la trama, podéis así considerar esta crítica completamente libre de spoilers porque si hay algo que caracteriza a Super 8 es precisamente de su capacidad para mantener constantemente un halo de misterio e incertidumbre durante la práctica totalidad del metraje consiguiendo gracias a ello seducir al espectador y mantenerlo completamente inmerso en la historia, sediento de respuestas. 

Joe y sus amigos están rodando un cortometraje, en una de sus escapadas nocturnas para realizar el rodaje, presenciarán y grabarán por casualidad un espectacular accidente ferroviario que desde el primer instante está rodeado de incógnitas... tras dicho accidente el pueblo de Joe comenzará a vivir extrañas desapariciones y multitud de fenómenos que tienen un vínculo con dicho accidente...  No vamos a avanzar de que se trata aunque como habréis podido deducir por los trailers, "algo" se escapa en ese accidente, y es precisamente ese "algo" el que desarrollara todos los sucesos de la cinta. 

Super 8 es ante todo una película de aventuras infantiles con un conveniente barniz de acción y pequeños destellos de terror muy suavizado. El cóctel en cuestión forma una impresionante fábula de ciencia ficción que rezuma clasicismo por los cuatro costados, dicho de otro modo, Super 8 recuerda sin duda a las mejores películas referentes de su estilo siendo inevitable las comparaciones con E.T, Los Goonies o incluso Encuentros en la tercera fase... y es que la mano de Spielberg como productor ejecutivo parece mucho mas alargada de lo que a priori debiera ser, teniendo en cuenta que es J.J Abrams quien dirige. 

El aroma a Spielberg lo impregna todo y es imposible no establecer paralelismo con sus cintas citadas anteriormente, pero sin duda Super 8 y pese a las ciertas similitudes, tiene un fuerte estilo propio, una historia única y una frescura que choca con su atmósfera de cine de las pasadas décadas. 

La trama principal se ve a menudo apoyada por el fondo de cada personaje conformando así una historia plagada de matices donde los personajes no son meras herramientas a disposición de los sucesos. Super 8 es pues, y ante todo, una película sobre personas... y aunque es completamente cierto que podría haber resultado más profunda en su desarrollo y no tan excesivamente simplista o previsible en ciertos puntos, en ningún caso nos aburriremos. 

El ritmo es correcto de principio a fin, habiendo momentos de acción pura y dura (el accidente de tren es tan espectacular como excesivo) comedia (el grupo de jóvenes protagonistas son sin duda la salsa de la cinta en este aspecto y nos arrancarán mas de una carcajada) y drama (atención al momento final tan absolutamente made in Spielberg) sumándole a todo ello algunos puntos en los que nos llevaremos pequeños sustos, es sin duda imposible aburrirse, algo muy curioso teniendo en cuenta que, tras el visionado, podemos pensar que realmente nos encontramos ante un film que bien podría considerarse algo "plano" en su desarrollo. Una historia que nos lleva de un punto A a un punto B sin más. Simple y directa.

Este hecho puede ser criticable y en cierto modo nos parece que se debería haber profundizado en ciertos aspectos, haber realizado algún giro argumental que nos desconcertara ligeramente o simplemente que ofreciera alguna moraleja densa y profunda para rematar la faena. 

Super 8 es una película clásica de principio a fin para lo bueno y lo malo. ¿Lo bueno? Que toma lo mejor del cine y lo trae a un tiempo en el que hacen mucha falta películas así. ¿Lo malo? la cierta previsibilidad de la cinta y ese inevitable "se parece a...". 

La dirección sobra decir que es absolutamente excelente. Abrams/Spielberg (no se puede negar que ha metido mano y MUCHA) consiguen realizar una combinación de estilos tan compleja como acertada y encajarlas en un contexto de ciencia ficción que dota a la película de un aura distintiva en su género. Se nota la maestría de ambos directores en cada escena y eso es algo que impregna toda la película.

Sea como sea Super 8 consta de demasiados elementos magníficos como para que estos puntos negativos enturbien su excelencia general. La banda sonora es uno de ellos. Michael Giacchino realiza uno de sus mejores trabajos con una banda sonora que no solo acompaña de forma excepcional a cada momento... se clava en nuestros oídos y nos pone el vello de punta de pura emoción, sobre todo en los últimos compases de la película.

Otro de los elementos son sin duda las interpretaciones. Todas ellas a un nivel notable, sin embargo el grupo de jóvenes protagonistas roban la película a cada momento por medio de un halo de carisma y de buen rollo que traspasa la pantalla. Entre todos ellos destacaría a Elle Fanning que tiene una de las mejores interpretaciones de la cinta junto al resto de niños y a Ron Eldard que también resulta absolutamente creíble en su papel. 

Super 8 debe considerarse como una cinta emocionante, divertida y enternecedora a partes iguales. Una aventura de las que ya no quedan y que nos recuerdan lo grande que es el cine, nos invitan a disfrutarlo, introducirnos en sus historias y dejarnos llevar sin mas. Un homenaje al mejor cine de ciencia ficción y aventura que nadie debería perderse este verano. 

NOTA: 9/10