Aunque estábamos expectantes con el estreno de Frozen desde que aparecieron bocetos, la pésima campaña de marketing nos hizo temer lo peor. Estábamos ante un nuevo clásico del estudio, o una réplica de Ice Age con princesas Disney? Por suerte la balanza se decantó por la primera opción, y entusiasmados por las excelentes críticas, Frozen ha resultado ser una grata sorpresa.
Parece que Lasseter apuesta por una nueva época de clásicos como los de antaño, pero renovándolos con princesas de armas tomar. teniendo en cuenta a Rapunzel, Mérida (aunque sea parte de Pixar, la han añadido a la plantilla de princesas Disney), y ahora Anna y Elsa. Son las mujeres las que llevan la historia, dejando al sector masculino al margen, y siempre con animales y mascotas de turno.
La película esta inspirada en el cuento La Reina de las Nieves, considerado uno de los mejores cuentos de Andersen, y que en la versión original cuenta la historia de un duende que crea un espejo mágico que hace que todo al que se refleja en él le pasaran cosas malas. Intentó subir el espejo al cielo, pero terminó cayéndose y rompiéndolo en pequeños cristales, que empezaron a volar por el aire, metiéndose en los ojos de las personas, y formando espinas en sus corazones. Como consecuencia, las personas afectadas se volvían frías y duras con aquellos que antes amaban.
El cuento lo protagonizan dos niños, Gerda y Kay. A Kay se le mete un trozo de cristal en el ojo, y comienza a tratar de malas formas a Gerda. Un día, la reina de las nieves visita a Kay y se lo lleva, haciendo que Gerda junto a unas magas salga en su busca, consiguiendo llegar al castillo de hielo, quitar el cristal del ojo de Kay, y terminando enamorados.
Del cuento original no hay apenas rastro en la película, siendo una versión muy libre, pero válida del clásico del famoso autor. En el filme, Anna y Elsa son dos princesas que por un accidente a causa de los poderes de Elsa, se ven obligadas a vivir aisladas. Elsa no puede controlar sus poderes, y termina congelando su propio reino, teniendo que fugarse y con Anna saliendo en su busca.
Anna contará con la ayuda de duendes, de Kristoff con su reno (gran dúo cómico), y un muñeco de nieve creado por Elsa llamado Olaf. Frozen es una drama con toque Shakespiriano sobre la relación familiar de la familia real, perjudicada por la inestabilidad de los poderes de Elsa. Ese ha sido el gran acierto de la película, ambas protagonistas desbordan el carisma de los mejores personajes Disney, resultando interesantes por sí mismas, y con los momentos álgidos de la película cuando solo tenemos la presencia de ambas.
Pero no hay que olvidar que es un proyecto destinado a contentar a toda la familia, por lo que le restan drama, y añaden secundarios cómicos para dibujar sonrisas al público infantil. Aunque hayan momentos en los que vienen genial, el restar tanto drama termina perjudicando a la historia, cerrada de forma algo brusca y buscando ser del agrado de toda clase de espectador sin más. Olaf, el pequeño muñeco de nieve, centró de forma engañosa la campaña de marketing, siendo muy diferente (por suerte), y con una sorprendente historia detrás, llegando a ser una de las mejores sorpresas que dan los guionistas, y que suponemos protagonizará algún corto para la salida de la película en formato doméstico. Este miedo de arriesgar que tiene ahora el estudio, les perjudica y les diferencia de lo que si se hacía antes, cuando se tomaban decisiones poco propias de una película infantil (el final de Pocahontas, toda la película de el Jorobado de Notre Dame, la muerte de la madre de Bambie, emborrachar a Dumbo), dándole al acelerador tras una perfecta introducción de la infancia y adolescencia de las protagonistas, metiendo todo gag posible, y no dando respiro a los momentos tensos y emotivos, exceptuando el clímax final, donde hay un momento sin ningún tipo de sonido de fondo, siendo el silencio el mejor acompañamiento, y emulando la reacción del espectador.
Donde consiguen sorprender es en rechazar las pautas de las típicas historias de princesas, donde los príncipes llevaban las riendas, y éllas eran recompensas por ser rescatadas.
Me llamó la atención el rechazo de los personajes a los clichés de la primera época como es el amor a primera vista, únicamente defendido por Anna, y con todos los demás tachándola de loca por creer que puede estar enamorada con un hombre que acaba de conocer (algo que hicieron Aurora o Blancanieves).
Pero en definitiva, termina siendo un clásico entrañable, con una banda sonora que podría pasar directamente a los escenarios de Broadway, haciéndola más emblemática, y siendo la fuga de Elsa a ritmo de Let It Go lo más espectacular visto en mucho tiempo salido del estudio.
En el apartado técnico, Frozen desborda un gran realismo en las texturas, siendo el castillo de hielo, y el efecto de la nieve en polvo lo más espectacular, pero se ha cometido el mayor error de todos, hacer un diseño de personajes calcado al de la anterior película de Disney, Tangled (Enredados), pareciendo incluso que Rapunzel hará aparición, y fastidiando todo el conjunto que impide tener más personalidad propia.
Estamos ante un nuevo molde de los que saldrán todos los futuros personajes Disney? Esperamos que no, porque por mucho que sean del mismo estudio, Pocahontas poco tenía que ver con Hercules, y ese era uno de los principales encantos de la compañía, la desbordante personalidad de cada producción.
Para los que crecisteis con los clásicos, Frozen os hará recordar y emular esa sonrisa e ilusión de cuando ibais a un estreno Disney, y para los que no, descubriréis la grandeza de un cine que nos marcó a varias generaciones, y que aún siendo adultos, nos continúa emocionando.
NOTA: 7'5/10
Imágenes del concept art de la película, con diseños previos, y más fieles a la obra original.
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