Homeland ha pasado de estar entre lo mejor del año en sus anteriores temporadas, a recibir palos y ser ignorada en las nominaciones de los Golden Globes, del Olimpo al Infierno.
Cierto es que a la serie de Claire Danes se le pasaban por alto algunos momentos inverosímiles por la calidad y la adicción que ofrecían, pero el ritmo frenético era imposible que continuara eternamente, y ha terminado por sentenciar la serie.
Homeland partía con el rescate de Brody, un militar que permaneció 8 años capturado en Afganistan, y dado por muerto, volviendo a EEUU como un héroe, y con la intención de recomponer su vida personal. Pero Carrie, agente de la CIA, desconfiaba del marine, pasándose el primer año intentando descubrir y demostrar como era el verdadero Brody.
Si algo es de admirar de los guionistas era su valentía a la hora de estructurar tramas, pisando el acelerador sin miedo, consiguiendo que fuera muy fácil y sobretodo, adictivo, seguir los 12 episodios. Poco relleno, y mucha información, era la principal característica de la serie, con el plus de las impresionantes actuaciones del elenco, que aunque Danes y Damian Lewis son los cabezas de cartel, y los premiados, en los secundarios era también de admirar a Morena Baccarin (la gran Inara de Firefly).
Pero con el final de la segunda temporada, se terminó con la historia principal, Carrie ya no perseguía a Brody, y la serie tuvo que reinventarse para no caer en la redundancia. Y eso fue el principio del fin, porque aunque no lo pareciera, nada más que la relación de los protagonistas resultaba interesante, una relación que afectaba a todos los bandos de personajes, y el hecho de quemar cartuchos rápidamente, obligaba a cambiar el rumbo.
Esta tercera temporada comenzó llena de tramas de relleno que no iban a ninguna parte, como los escarceos y delirios de Dana Brody (personaje al que la gran mayoría hemos llegado a detestar), el paso por un psiquiátrico de Carrie, Brody por Latinoamérica etc... Todas sin efecto al final, y que no hacían más que aburrir, y encima han resultado tener pocas consecuencias, sobretodo por el personaje de Jessica (Morena Baccarin), que ha resultado ser una mera acompañante de su hija (aunque su ida se da por el embarazo de la actriz, no han podido llevar peor a Brody y su familia).
Cuando los guionistas llegaban al ecuador de la temporada, y descubrían el plan, la idea era buena, original, pero ha estado tan mal llevada que apenas se ha entendido, y sobretodo, ponía a prueba la paciencia del espectador que aguantaba por lo que la serie fue, pero de la que no quedaba ni rastro, aunque pequeños momentos mantuvieran viva la esperanza.
Danes no tiene el efecto Meryl Streep, que por muy buena actriz que sea mejora el producto final, y es que hasta su personaje, al que han dado demasiadas vueltas, ha resultado agotador de seguir, pareciendo más una imitación como la que hizo Anne Hathaway en Saturday Night Live parodiando el programa.
Los 3 últimos episodios si que eran dignos de la serie que ganaba premios, pero es imperdonable que teniendo tan solo 12 en lugar de los 22 propios de la televisión pública americana, sean solamente 3 los que rescatemos.
Al igual que en la segunda temporada, el último episodio ha sido frenético, y ha marcado un punto en el que nace una etapa muy diferente. Un final que debería haber sido de serie, porque a diferencia del del año anterior, no pueden permitirse el lujo de jugársela y confiar en que el público la siga con interés, y sinceramente, la cuarta temporada no será de los estrenos más esperados ahora que desaparece uno de los ejes principales.
Un final a tiempo es una victoria, y en el caso de Homeland, el 3x12 habría sido un triunfo.
Resulta curioso que en Showtime, haya como una maldición en las terceras temporadas, siendo ejemplos Nurse Jackie, Dexter, The Big C, series con dos grandes primeros años que tuvieron que levantar el vuelo en sus cuartas temporadas, para corregir un mal año, en el caso de Dexter fue la que más gustó a la crítica y al público, algo que no parece que se vaya a dar en este caso.
NOTA: 6/10
A PARTIR DE AQUÍ SPOILERS
No es normal que Carrie sea ascendida cuando toda la CIA sabe de su bipolaridad, de su forma de trabajar saltándose las normas, y encima, tratando con los culpables de la muerte de Brody, una muerte dura, que habría sido una series finale mítica.
Por mucho que la embaracen, ni Carrie ni los secundarios tienen el interés necesario para llevar otra temporada (algunos con una sola frase por episodio), que nada tendrá que ver con lo que ha sido hasta ahora, y que no pinta nada bien. Dana y Jessica han desparecido en la segunda mitad, y no volverán como regulares, en el caso de Dana, es el único acierto que veo como novedad.
Brody, como personaje, ha estado muy mal tratado por los guionistas esta temporada, desaprovechado y sin pintar nada cuando él y Carrie son el alma de la serie. Le han dado una muerte memorable, pero no hace olvidar las torpezas que han cometido con el que fue un gran personaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario