Si habéis seguido este blog, sabéis que hemos ido siguiendo el desarrollo de la película Frozen, nuevo largometraje que Disney estrenará en noviembre. Nos enganchó por sus espectaculares bocetos y avances, pero que parecen haber sido descartados viendo el decepcionante resultado final.
Lasseter desistió de su idea de recuperar la calidad de antaño con animación tradicional viendo los escasos beneficios de The Princess and the Frog (Tiana y el Sapo), cerró los estudios e instauró el 3D como única opción para la animación. Y mientras decidían el rumbo que debía seguir la producción, Tangled (Enredados) fue la sorpresa animada del año cosechando muy buenas críticas y resultados de taquilla. El estudio volvía a tener una princesa reconocida, y a pesar de que se podía haber pasado por alto los correctos números que hizo la película de Tiana, la compañía no dio una segunda oportunidad y descartó el 2D para siempre. Pero les quedaba una película en desarrollo que se inició antes del cierre de los estudios de animación tradicional, Frozen antes titulada The Snow Queen, basada en la novela de Hans Christian Andersen, y dirigida por Chris Buck (Tarzan) y Jennifer Lee. En esos cambios ya veíamos el primer mal síntoma viendo quien se encargaba del guión, y es que Shane Morris tiene el dudoso honor de haber escrito solamente la tv movie The Dukes of Hazzard: The Beginning (2 Chalados y Muchas Curvas: El inicio).
El proyecto original era fiel al clásico de Andersen, y aunque era de esperar que Disney rabajara la dureza de la historia como ya hizo con The Little Mermaid (La Sirenita), cuando llegó el turno de presentar trailers y pósters promocionales, poco o nada quedaba del concepto original. Dejando claro que lo que importa son los números, y si lo que triunfa son mascotas tridemensionales para explotar a base de merchandising (Gru, Ice Age), la historia se cambia para favorecer ganancias, sin importar las consecuencias artísticas.
Todos los personajes han mutado a clones de Rapunzel y sus compañeros de película, y la mascota de turno es un horrible muñeco de nieve que centra la promoción, y del que han habido muchas quejas por el penoso trabajo de diseño.
Por suerte, parece ser que esta vez Disney puede no tener asegurado el éxito debido a las malas críticas cosechadas por los avances de Frozen, una película que podría haber sido una gran obra, pero terminará siendo un producto a la sombra de Tangled.
Esperemos que en Disney opten por arriesgar, y optar antes por la calidad, tal y como su fundador hizo en su momento.
PRIMEROS BOCETOS
DISEÑOS FINALES
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